Los márgenes no solo delimitan el espacio de escritura: también pueden convertirse en pequeños lienzos que reflejan tu estilo, estado de ánimo o incluso el tema que estás estudiando. Decorarlos es una forma sencilla de hacer que tus apuntes sean más visuales, memorables y agradables de revisar.
Una idea clásica pero versátil es el uso de flores y hojas. Puedes dibujar ramitas delicadas que recorran el borde, alternando colores suaves como verde olivo, rosa pastel o lavanda. Si prefieres algo más dinámico, los márgenes con doodles temáticos son ideales: por ejemplo, si estás en clase de historia, puedes incluir mini pergaminos, relojes antiguos o mapas diminutos.
Otra opción encantadora son los márgenes con personajes miniatura. Desde animalitos con expresiones divertidas hasta versiones chibi de ti misma, estos dibujos aportan un toque personal y único. También puedes jugar con patrones geométricos, como líneas onduladas, triángulos intercalados o cuadros en degradado, que dan estructura sin saturar la página.
Si te gusta lo minimalista, prueba con márgenes monocromáticos: una línea continua decorada con puntos, estrellas o corazones pequeños. Y si quieres que tus márgenes tengan función además de estética, puedes incluir íconos de organización, como checklists, símbolos de prioridad o recordatorios visuales. Lo importante es que cada margen hable de ti. No necesitas ser experta o experto en dibujo: la constancia y el cariño que pongas en cada trazo harán que tus cuadernos se transformen en espacios creativos y motivadores.